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Un blog donde se plasma pensamientos al aire, microrelatos y opiniones.

2011/06/23

¿Por qué Dios, por qué?

Me pregunto una y otra vez, más no obtengo respuesta. ¿Pregunta complicada? ¿La vida es complicada? ¿Dios de verdad me ama y me quiere? Yo, lo dudo. Mucho.

Sé que la familia no se escoje, los amigos si. Gran diferencia, y es aquello lo que marca realmente la sociedad de hoy en día. Lo que no me cabe en la mente, sinceramente, es que vivamos pensando todavía como en el siglo XIX o siglo XX, viviendo del que dirán. Me gustaría aplicar la frase que una vez leí en la biblia, que Jesús dijo: El que no haya cometido ningún pecado, lance la piedra. Es obvio que nadie va a tirar, porque todos cometimos, aunque sea un pecado.

Esa es la ley. Así se maneja las cosas.

Pero conmigo, es como si todos se descargaran de sus malos momentos, de sus pésimas experiencias o yo que sé. Pero lo cierto, es que yo termino pagando los platos rotos de la mayoría de las personas. Y encima, ni siquiera me enteré en que momento fui elegida para eso, ¡que horror!

Estoy consciente que mi familia no es la mejor, tampoco es la peor; simplemente es la más desastrosa, complicada y hasta suicida. ¿Estoy siendo cruda y ruda en mis palabras? No lo creo, no señor. Yo los adoro, como no tienen idea, pero todos tenemos un límite al cual llegamos, y el mío, hace rato se pasó y ahora esta sobregirado y me está poniendo el foco rojo que indica: ¡Alerta, alerta, vas a perder la cordura en 5,4,3,2,1...!

Y la noche anterior, todo exploto cual bomba estaba ya prefabricada y destinada hacer volar todo en pedazos. Yo ya no aguanto. La idea del suicidio no me parece tan mala, después del todo. ¿Por qué? Sencillo. Ataco el punto sensible de ellos: las emociones, los sentimientos. Se harán preguntas estilo: ¿por qué se mató si era una buena persona? ¿qué problemas tenía para tomar una decisión así? ¡Mira que era joven! ¿Será que la familia nunca le prestó la atención debida? Cosas así. No me digan que eso no pasaría, porque sé que si va a suceder. Así se manejan los seres humanos.

Y yo no creo en ellos. Ni en Dios.

No me entra en la cabeza que me haya puesto una familia tan jodida, y encima tan enfermiza que hasta me da nauseas de ver ese amor excesivo de mis abuelos para conmigo. No respetan la vida de uno, quieren hacerse las cosas como ellos dicen, no como son en la realidad. No me mal entiendan, yo también los quiero mucho, pero hay un límite, el mío se limitó y hasta se murió.

Siento que ya no tengo fuerzas para seguir. ¡Son veintiséis años soportando lo mismo, por amor a Jesucristo! Complaciendolos en todo, comportándome como una muñeca de trapo a la cual pueden manipular a su antojo (sin considerar mis sentimientos), y yo, decidí rebelarme. Hoy pago las consecuencias de aquello.

Es algo que ya no puedo seguir tolerandolo, aguantando porque ya estoy cansada de lo mismo. Es un circulo vicioso al cual no pretendo ni quiero pertenecer. El cual no quiero formar parte de un grupo de gente hipócrita, y porque no decirlo, hasta acomplejada.

Sé que para muchos sonará estas palabras una exageración, otros ni tomarán en cuenta; doy fe en ello. Pero la experiencia dice que mejor estemos tranquilos, lo mejor está por venir. Y aquí sigo esperando, aunque la busco desesperadamente, porque ya quiero largarme de un calvario al cual no pedí pertenecer, con toda la honestidad del mundo.

Espero que pueda sobrevivir un tiempo más, aunque dudo mucho. Y no es por cobardía, es porque uno se cansa de ver, escuchar tanta idiotez que hay alrededor del globo terraquio. Cansa.

Me siento a contemplar la luna y me pregunto: ¿Por qué Dios, por qué me diste una familia tan cerrada, tan complicada, tan falta de autoestima?

Y esa pregunta no tiene respuesta.