Empezando el año, y a los siete días yo vengo a postearlo por aquí en mi blog. Bueno, los compromisos y otros quehaceres me han impedido que pasara por aquí para escribir. Y la verdad, no sé que poner, pero no quiero poner lo clásico: ¡Feliz año nuevo! Blah Blah blah. Quiero que sea algo diferente, y aunque me rompo la cabeza busca do ideas "originales", ninguna sale. Sólo lo mismo y repetitivo de cada año.
El 2014 fue un año de muchas sorpresas. Personas que no creía que entrarían en mi vida, lo han de hecho de una manera especial y bonita; otros que decían ser mis "amigos", ni la sombra. Los que me conocen saben como soy, y aunque tengo miles de defectos, jamás he dejado a un amigo a la deriva o solo, al contrario, les aconseje, y les brinde mi apoyo y mi amistad hasta donde podía. Y finalmente, deje a ciertos "amigos", por el simple hecho que no aportaban nada productivo a mi vida ni a mi ser, sino que, a pesar de ayudarlo y darles lo que estaba al alcance de mi mano, ellos se pusieron a hablar a mis espaldas cosas, que para empezar, no tenía nada de verdad.
El 2014, fue el año en que me di cuenta quienes valían la pena y quienes no. En pocas palabras, abrí los ojos.
También fue un año que empece a realizar las cosas que deseo cumplir antes de morir; en este 2015, llegara el día en que cumpliré mis hermosos 30 años de primavera con otoño, y diré: he logrado cumplir una parte de mis sueños, y aún voy por más.
¿Qué me depara este año? No lo sé, lo único que tengo muy en claro, es que el tiempo dará la razón a quien la tenga que dar y pondrá en su lugar a quien tenga que poner en su lugar. Pues algo dentro de mi, me dice que a pesar de que los demás estén muy adelantados, yo voy bien, por buen camino a cumplir mis sueños y metas, aunque el paso que este dando sea lento.
Este 2015 cumpliré la promesa que me hice el 31 de diciembre del 2014.
Y esa promesa, por el momento, será secreto. Sólo lo aguarda mi corazón, que a pesar de estar muy herido, aún sigue latiendo y con una pequeña esperanza.
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