Transparente

¡No lo puedo creer! - Exclamo una joven de unos veinticuatro años, cabellos castaño claro y ojos color miel.

Era sabado y se levanto temprano para ir a ver a su prometido. Deseaba darle la buena nueva y compartir con él la alegria, sin embargo, había notado que últimamente andaba distante con ella, como si no quisiera ya más nada con ella. Debe ser mi imaginación, pensó. Se arreglo de manera sencilla, como el gusta a ella. Tomo el desayuno y salió para el departamento de su novio. Cuando llegó lo encintro todo en silencio. Pensó en dos opciones: Una, él habria salido hacer alguna diligencia o dos, seguiría dormido. Lo más probable es que fuese lo segundo. Así que decidio entrar de manera silenciosa y darle una sorpresa. Más la sorpresa se la llevo ella.

Su hermana estaba acostada desnuda abrazando a su prometido.

Le costaba procesar la información que era recibida por medio de sus ojos. Sin embargo, como había entrado, salió. Silenciosamente. Dolia confirmar sus sospechas pero no podría hacer nada, solo continuar con su vida. Sin pensarlo dos veces, se dirigió hasta su trabajo. No se quejaba, le pagaban bien y ahora que le habían ascendido, le pagarían mucho mejor. Y es que ser asistente del dueño de la editorial no era tarea fácil, pero ella podría hacerlo muy bien, al igual que lo venia haciendo en su otro puesto.

Chantal y Brenda eran dos hermanas que apenas las separaba dos años, siendo Chantal la mayor. Nunca supo el motivo que le empujaba a su hermana menor a tener odio y rencor contra ella, más no estaba dispuesta a averiguarlo. Anteriormente se desempeñaba como periodista, y aunque pudiese escribir sobre econónmia y política, se conocia muy bien como para saber que lo que diría ahí serían mas que verdades y sobre todo, el caracter fuerte de ella le traería problemas, por lo cual decidió no aceptar ese puesto. Aunque había otro, en le cual redactaria o escribiría sobre deportes, y ella era muy buena. Recordo su epoca de colegio.

Chantal había sido basquetbolista y junto al quinteto dorado, como le llamaba sus rivales, lograron varios campeonatos. También se supo defender en futbol y volleyball, conocia de los otros deportes como baseball y futbol americano, aunque jamás lo haya jugado y tampoco lo haría. Solo le gustaba observar porque era hincha, más nada. No lo tomo. Prefirio ser la asistente y quedarse en la oficina. Su vida empezaba a ser patetica si veía el pasado. La mejor estudiante, la mejor deportista, la mejor amiga - y eso que a ella le dieron la espalda miles de veces. Donde la traicionaron las que se llamaban "sus amigas" - Era la mejor en todo. Sonrió con nostalgia.

Salió de sus pensamientos cuando llegó a su destino. Era ironico lo que le pasaba, ella no pidió ser perfecta, ya que ella lo hacía porque le gustaba aprender para conocer, para ayudar a otras personas. Tal vez ese fuese motivo de que su hermana estuviese enojada con ella, pero que podría hacer, si Brenda solo se preocupaba por las fiestas y las conquistas, de ella misma y de nadie más. Volvio a suspirar con tristeza.

-¿Se encuentra bien? - le pregunto su jefe. Marcel.
-Si. Claro que si - sonrio forzadamente pero no le salia ni la mueca.
-No esta bien.
-¿Cómo puede saberlo? No hay manera.
-Chantal, tus ojos me dicen que hay tristeza profunda. Tu eres transparente, por eso eres la mejor. Eres una persona abierta y se puede leer con claridad lo que sientes o piensas. - Marcel estaba enamorado de ella hace mucho tiempo. Pero no le diria nada.
-Hoy fui al departamente de mi... - No pudo seguir ya que el celular le empezo a sonar. - Después hablamos.

Y se fue hacia su oficina. Su prometido le llamaba para saber como estaba e invitarla a almorzar. Hoy termino con él, pensó. Si él no lo hace, lo hago yo. Es lo mejor. Las horas pasaban ni tan rapidas ni tan lentas. Solo caminaban a su ritmo. A Marcel le dolía verla así, pero no haría nada que la perjudique a ella ni mucho menos que la separe de su lado. Dejaría que el destino dicte las cosas. Sin darse cuenta, solo estaba ella y su jefe, pero se encerro en su trabajo, en su pensamiento que no se percato que era ya la hora del almuerzo.

Cinco minutos después.

Chantal estaba en un restaurante que quedaba cerca de su trabajo. Ahí, en una mesa que compartia con el que sería su ex-prometido. Él actuaba como si nada ha pasado y eso le estaba agotando la paciencia, asi que sin más le dijo:

-Mira. Yo he pasado momentos maravillosos a tu lado. Pero es hora de que cada quien siga su camino - él estaba atontato con lo que su novia le decia. No podía perderla.
-Cariño, no digas eso. Tu sabes que yo te amo - Cinico que era. No la amaba, solo estaba por dinero.
-Claro que no. Porque si de verdad me amas, no te acostaras con mi hermana. - Se sorprendio de la declaración - Te fui a ver hoy en la mañana y te vi. No lo ocultes ni lo niegues. De hecho debiste haberte dado cuenta que me fui llevando ciertas cosas mias. Entre sigilosamente, hice las cosas en silencio y asi me fui. No necesito más.
-Mira, yo te puedo explicar el motivo...
-Suficiente - lo dijo en susurro pero firme. - No te creo ni una palabra. Ve con ella, tal vez te haga las cosas mejor que yo y te de un buen sexo, mas de lo que yo te daba.

Se levanto y se fue. No dijo nada más. Al llegar a su trabajo, Marcel la vio llorando y se preocupo, la siguió hasta su puesto y la encaro. No queria verle sufrir. Chantal le explico a breve resumen lo que sucedió. Él la abrazo y sin darse cuenta le estaba diciendo que ella pertenecia a otra persona. A alguien que la sepa amar de verdad.

Los días pasaban y ambos se hacían mas cercanos. Brenda se fue de la ciudad. Chantal y Marcel se hicieron tan cercanos, que en un momento dado, y sin querer evitarlo, se dieron un beso. Es día bajo la luz de la luna, se declararon su amor. Desde ahi la relación fue viento en popa, hasta que despues de tres semanas recibio una llamada de su hermana. Habia sido herida y su situación era inestabale. Volo inmediatamente a ver como estaba.

Cuando llego, Brenda empezaba a recuperar ciertos recuerdos, pero el último donde el ex-prometido de su hermana le golpeaba hasta dejarla inconsciente, provocaron que Brenda empezara a llorar y pedir protección. Chantal estuvo ahi, la apoyo, porque a pesar de todo era su hermana. y al igual que ella, también era transparente. Brenda le conto todo. Chantal no dudo, y le dio proteccion. Al pasar el tiempo, ambas se reconciliaron, porque se sentaron a esclarecer sus diferencias. Su hermana menor habia actuado por temor a perderla. Por eso hizo que ella viera que él se acostaba con ella, más nunca lo hizo.

Brenda sabía la hora de dormir de él y que dormia como roca, asi que llegó, se quito la ropa y se metio en la cama. Ella jamás se durmio y vio como Chantal trataba de procesar la información. Después de eso, ella cogio sus cosas, se vistió y se fue de nuevo al departamento. Antes de que él vaya a almorzar con su hermana Chantal, había ido al departamento a proponerle algo. Que desapareciera de la vida de Chantal, o sino moriria. Y por su tono, prefirio hacerlo. Él al ver que ya no la recuperaria, busco a Brenda hasta encontrarla. Y le dio la mayor lección de su vida. Por haber provocado la ruptura de Chantal.

Lo que no sabían, es que el tipo era vividor y drogadito. Un delicuente que no valia la pena. Brenda le habia hecho el favor de abrirle los ojos. Chantal y Marcel dispusieron de un departamento que estuviese a lado del de ellos , para que Brenda estuviese mejor y protegida. Desde hace tiempo no supieron mas del ex de Chantal. No querian saberlo. Marcel la cuidaba y estaba a gusto a lado de su hermosa asistente. Todos en la editorial sabian de esa relación, más nadie decia nada. Brenda por su parte se hizo amiga de un joven bueno, que la ayudaba mucho con sus temores y sobre todo, con su enfermedad, ya que ella padecia de leucemia. Le había diagnosticado solo dos días antes de saber el compromiso oficial de su hermana.

Todos la ayudaban. Ambas hermanas trabajan en la misma editorial. Y Chantal siempre ayudaba a su hermana con su enfermedad, jamás la dejaba sola y no lo haría nunca.

Desde es día, Brenda era mucho más transparente y todos podían leer lo que su mirada decía. Y en estos momentos lo unico que decia es: Gracias por estar aqui conmigo.